2021.08 +2020: Lucha por el control.
- Kalyna Rein

- 1 dic
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Actualizado: hace 6 días

Por Kalyna Rein — Escuela Satori
Libro: Metafísica Matrix 04 - InterDimensional. 2021
MM04-Blog 08. Versión ATP 2025.
Continuación de la publicación: Ruptura temporal.
Lucha por el control.
Noticias de 5D. Actualización 2021.04
Por las Viajeras Astrales: Cris Arita y Kalyna Rein
Hubo un momento en que sentí la urgencia de volver la mirada atrás. No mucho, apenas unos pasos. Pero esos pasos nos llevaban justo al borde… al filo sutil donde las historias se quiebran y el futuro se decide.
Allí fue donde se dio la lucha por el núcleo. El núcleo verdadero. El corazón oculto de la Matrix terrestre.
Desde hace unos dos años, nuestras travesías astrales —las mías y las de Cris— comenzaron a orbitar en torno a este conflicto: una lucha callada, pero feroz, entre las fuerzas ahora purificadas de la Federación y los fragmentos oscuros que aún resisten. Algunos son de aquí, otros vienen de más allá de los cielos. Pero todos confluyen… porque la Tierra guarda un núcleo, y ese núcleo, como un sol dormido, está despertando.
Fue el proceso de Purificación Planar el que desnudó los velos. Los planos comenzaron a simplificarse, como si la realidad quisiera despojarse de todo exceso. Y así, capa tras capa, solo quedaron los sistemas esenciales. Solo quedó lo que realmente importa. Y entre ellos…la Tierra.
Ese despojo fue una llamada. Seres de rincones remotos del Multiverso respondieron. Llegaron aquí como mariposas que reconocen un incendio. Y su llegada fortaleció ambos bandos. Los residuos sombríos de la Federación se reacomodaron. Las élites terrenales se reagruparon. Las cartas fueron lanzadas de nuevo.
Y entonces, la verdadera pregunta comenzó a vibrar:
¿Cómo se rompe el muro entre una Matrix y su núcleo?
¿Cómo se accede a la fuente viva de la realidad?
Porque ese es el secreto.
La Matrix… no es una prisión. Es un sistema vivo de creación. Un lenguaje. Un instrumento.
Y quien accede al núcleo… accede al Verbo.
Los grupos oscuros lo sabían. Lo sabían bien. Y lucharon con dientes invisibles por mantener su dominio sobre la Tierra y perforar el acceso hacia el centro. Mientras tanto, las fuerzas luminosas se abrían camino para retomar el control y evitar que la semilla del mundo cayera en manos de quienes solo saben dominar.
Lo que está en juego… es todo.
Porque la Matrix no solo proyecta paisajes. También sostiene conciencias. Y quien controle el código… puede dirigir no solo lo que vemos, sino cómo lo soñamos.
Desde hace tiempo, las élites lo comprenden. Por eso se empeñaron en moldear la forma en que la humanidad piensa, siente, cree, crea.
Porque esta Matrix es un espacio fértil. Y nosotros… somos jardineros dormidos que olvidaron que la semilla obedece al pensamiento.
Todo es mente.
Todo es energía.
Todo es información.
Y la materia… es apenas un eco. Una escultura temporal del deseo.
Por eso, desde adentro, todo puede ser transformado. Duplicado. Reescrito. Y así nacen las Tierras paralelas.
Sí… varias Tierras. Varias líneas simultáneas, coexistiendo como hilos entrelazados de un mismo tapiz. Y cada hilo vibra con su propia canción.
Pero hay una condición para que esa multiplicación ocurra.
Debe existir una disyuntiva. Un cruce. Un dilema tan fuerte… que el alma no pueda elegir.
Y entonces… lo hace todo. Manifiesta ambos destinos. Ambas realidades. Ambos futuros.
No porque no sepa ,sino porque ambas opciones laten con una fuerza igual, porque la conciencia no quiere renunciar, y entonces… crea.
Este secreto ha sido usado por civilizaciones que viajan entre tiempos. No es teoría, es práctica antigua. Y no siempre es sabia. Porque dividir la conciencia… multiplicar lo no resuelto… puede crear más sombra que claridad.
Y eso, lo saben bien los que gobiernan desde la oscuridad. Por eso provocan las guerras. Por eso crean bifurcaciones en momentos clave: una flota que se hunde, un líder que sobrevive, un pensador que recibe una idea revolucionaria, una epidemia que estalla… o se desvanece.
Cada uno de esos eventos… es un corte. Una grieta en el río del tiempo.
Porque los humanos, aunque parezcan miles, a nivel superior son una sola entidad. Un cuerpo de luz compartido. Y como tal… puede crear, puede dividirse, puede optar por vivir dos realidades a la vez cuando no logra decidirse por ninguna.
Y ahí nace la ruptura temporal.
Las líneas que surgen… no son firmes. No están selladas.
Y como todo lo que no está enraizado, necesitan consolidarse. Necesitan que la historia siga, y siga, y siga… hasta diferenciarse tanto, que ya no puedan regresar.
Aun así, las más débiles… las más inciertas… tienden a volver. Como ríos que se secan y regresan al cauce mayor. Porque solo una línea, la más fuerte, la más anclada en la voluntad, permanece.
Y mientras escribo esto, me pregunto si acaso… no estamos ahora mismo caminando sobre una de esas líneas. Una de tantas. Una que aún puede consolidarse… o volver atrás.
Lo sabremos pronto.
En nuestra próxima travesía, profundizaremos en las señales, los síntomas, las pistas de haber cruzado a una línea distinta.
Pero por ahora, solo queda el silencio.
Y en ese silencio, el eco de una pregunta no resuelta, que flota suspendida en el aire…
Como una mariposa que aún no decide en qué realidad quiere desplegar sus alas.

Escrito por la Maestra, Kalyna Rein.
La que camina entre mundos...
Nota: versión adaptada APT (apta para todo público).
La versión original se reserva para estudiantes avanzados de la Escuela Satori.
Continúa en la publicación: Efecto Mandela.




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