2021.12 La Gran Madre Monstruo.
- Kalyna Rein

- 4 dic
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Actualizado: hace 6 días

Por Kalyna Rein — Escuela Satori
Libro: Metafísica Matrix 04 - InterDimensional. 2021
MM04-Blog 12. Versión ATP 2025.
Hijos de la Gran Madre Monstruo.
Desde los márgenes sombríos de la existencia.
No entraré en detalles que oscurezcan la claridad con exceso. Diré solo lo necesario, con la voz templada por lo que he visto.
Cuando el Alto, el Medio y el Bajo Astral se vaciaron —sí, vaciaron, como cuencos antiguos derramados por una mano invisible—, algo quedó al desnudo. Lo que antes estaba sellado bajo velos de olvido, se abrió. Quedaron al descubierto los niveles más profundos y desechados del Multiverso.
Allí… en esos estratos olvidados, duermen los restos de los primeros ensayos creativos. Basura ancestral, residuos de una época remota en la que la Gran Matrix apenas comenzaba a existir. Y lo hacía, no desde un brote de luz... sino desde la oscuridad misma.
Sí, aunque duela, aunque nos incomode… toda esta realidad multidimensional, esta vastedad de planos y planos donde nos movemos y soñamos, nació de la sombra. No de la luz.
Nació como un impulso primigenio, una necesidad de experimentar, de vivir desde el ego, desde el deseo que se muerde a sí mismo.
Fue el hambre de lo material, del dolor, del control. Y como dirían quienes aún creen gobernar los hilos del mundo —los que se llaman a sí mismos Iluminati—: todo esto surgió del vientre oscuro de la Gran Madre Monstruo.
Recuerdo que este tema lo abordo con más hondura en la serie dedicada a la Gran Matrix…pero hoy no me detendré ahí. Hoy quiero contarte otra cosa.
Un nuevo frente se abrió. Una guerra sin explosiones, pero de consecuencias infinitas.
Una situación inesperada nos exigió cambiar el rumbo. Los gobiernos del mundo, en alianza con tecnologías no humanas —más avanzadas, más frías— han comenzado a sumergirse en lo que conocíamos como el Foco 2 de conciencia.
Ese nivel tan íntimo… el lugar donde cada alma moldea sus pensamientos, donde los sueños se gestan, donde todo lo invisible empieza a adquirir forma.
Muchos místicos y viajeros creyeron que este espacio era solo suyo. Un rincón subjetivo, inviolable. Pero nosotras lo supimos desde antes: ese lugar podía ser visitado por otras conciencias. Ajeno y propio a la vez. Como un jardín sembrado con semillas que no todas reconoces.
Y ahora… ese jardín ha sido cartografiado. Ha sido invadido.
El Foco 2 se ha convertido en territorio de guerra. Ya no son solo burbujas personales. Ahora se enlazan, se entretejen… como si cada mente humana fuera una célula en una vasta red donde se crean mundos.
Mundos que no solo se piensan. Se habitan. Se controlan. Se conquistan.
Cada fragmento de esa red permanece oculto en la conciencia individual de alguien. Y juntos, todos forman un plano difuso, como una criptomoneda espiritual: dispersa, pero unida. Sin centro, pero con dirección.
En ese espacio, las grandes potencias luchan por algo más que tierra. Luchan por la raíz misma del pensamiento. Por dominar los sueños. Por establecer dominio sobre las conciencias desde donde esos territorios se alimentan.
Y mientras eso ocurría… mientras los hilos invisibles apretaban más fuerte…
Nos dimos cuenta de algo más grave aún. Estábamos aisladas de todo.
Encerradas en una burbuja sellada. Una realidad desconectada del Astral Ampliado, desconectada de la Gran Matrix. Desconectada incluso del Astral real.
Era como si hubiéramos caído en un mundo sin reflejo. Un lugar donde los mensajes ya no llegaban. Donde las voces amigas no se oían. Donde el eco no encontraba retorno.
Pero fue gracias a esa herida, a esa revelación que ardía como sal en el alma, que comenzamos a ver con más nitidez.
La verdad, por dolorosa que fuera, nos dio dirección. Nos empujó a buscar los canales dormidos. A invocar otra vez a los planos más sutiles. A abrir rendijas, grietas, visiones…
Y poco a poco, como agua que encuentra su cauce, la comunicación regresó.
Una ayuda silenciosa comenzó a llegar, desde los aspectos aún luminosos del Multiverso.
Y aunque aún no hemos salido, ya no estamos solas en esta noche.
A veces, cuando todo parece colapsar, una chispa levecomo el susurro de una madre antigua cruza el velo.
Y recuerda… que incluso "los hijos de la Gran Madre Monstruo", pueden aprender a amar.
¿Existe alguna forma de regresar a la línea temporal original…
aquella que brillaba con la promesa de una Ascensión real?
Y la respuesta nace suave, como brote en primavera: Sí, sí la hay.
Así como fuimos capaces de abrir una grieta, también podemos trazar el puente. Donde hubo ruptura, puede haber unión. Donde algo se fracturó, también puede volver a abrazarse.
La clave, como siempre, está en lo que ocurre dentro. En la manipulación sutil de la conciencia. Porque la Matrix… la siempre mutable Matrix… responde al contenido psíquico de la humanidad.
Siempre fue así. Y sigue siéndolo.
Si llegamos a comprender eso —no como un dato, sino como una verdad viva— entonces aún tenemos oportunidad. Aún podemos torcer el cauce que ahora se hunde, y hacerlo elevarse otra vez como río que recuerda su nacimiento en las montañas.
Podemos regresar al proceso de Ascensión. A la evolución en paz.
La llave está… en lo que ahora creemos.
En lo que imaginamos cuando cerramos los ojos.
En lo que sentimos aunque nadie lo vea.
En lo que deseamos, con el corazón desnudo.
La llave está en ese tejido invisiblehecho de emoción, imagen y fe.
Así fue siempre. Y aún puede serlo.
Lo sé. No es sencillo.
¿Cómo se despierta un jardín en una tierra yerma?
¿Cómo florece un alma encerrada en un mundo aislado de la luz?
Y sin embargo… no es imposible.
Lo sé con cada átomo que me compone. Porque algo ocurrió.
Pudimos contactar. Logramos atravesar el velo y hablar con los aspectos luminosos que ayudaron a ascender en la otra línea. Creímos que estaban perdidos… pero no lo estaban.
Pudimos crear una abertura. Y por ella, comenzaron a entrar las fuerzas del Astral Superior. Y con ellas, una nueva Federación positiva. No aquella que nos decepcionó. Sino una que comprende la herida y el anhelo. Y viene, no a salvarnos… sino a apoyarnos.
Ahora bien, quizás te estés haciendo otra pregunta. Una de esas que no se dice en voz alta, pero que quema por dentro:
¿Y si esta línea temporal negativa colapsa?
¿Qué ocurrirá con todos nosotros?
Tal vez ya intuyas la respuesta.
O tal vez la hayas sentido sin ponerle palabras. Pero permíteme dejarla aquí, escrita con la suavidad que nace de quien ya ha visto más de una vez cómo se reordena el tiempo:
Si esta línea pierde fuerza… si se deshace como telaraña olvidada… entonces comenzará a unirse nuevamente a la positiva. A la que un día se despegó de nosotros. A la que siguió ascendiendo mientras esta descendía.
Porque la Matrix no es rígida. No es un muro. Es un río que cambia su curso de acuerdo al sistema de creencias de quienes lo habitan.
Los eventos se reacomodarán. Las escenas cambiarán de tono. Los personajes modificarán sus gestos. Y, en algún punto del tiempo, ambas historias —la caída y el ascenso— confluirán en una nueva realidad unificada. Una que tenga dirección. Una que respire luz.
Tal vez no lo notemos al principio. Tal vez parezca que todo sigue igual.
Pero algo nos hará sospechar: una incongruencia leve, un detalle imposible, un sueño que regresa. Y sabremos que estamos viviendo la fusión. Así como un día, sin saberlo, vivimos la ruptura.
Y si te preguntas quién eres ahora, si te cuestionas qué parte de ti sobrevivió a todo esto, qué es lo que queda…
Permíteme repetirte la respuesta de siempre, la que llega desde antes de que existieran los mundos:
Eres un viajero en la eternidad de la existencia.
Tu único propósito es existir. Respirar. Sentir. Recordar.
Somos conciencia.
Somos energía.
Somos información viva.
Y somos eternos.
Con todo lo que eso implica. Con todas sus promesas. Y con todas sus cicatrices.
Y mientras caminas entre líneas que se disuelven, entre mundos que tiemblan por dentro, recuerda esto:
La luz no está perdida. Solo está esperando que la reconozcas otra vez.
Como quien mira al cieloy de pronto, entre nubes rotas, ve brillar el rostro de su estrella más antigua.

Escrito por la Maestra, Kalyna Rein.
La que ve la Luz desde las sombras...
Nota: versión adaptada APT (apta para todo público).
La versión original se reserva para estudiantes avanzados de la Escuela Satori.




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