Amor Divino.
Como dice nuestra amada Soke, Kalyna Mariel Rein:
“El tesoro que debemos dejar a nuestros hijos es...
El conocimiento.
La verdad.
La historia.
Y la manera de conectar con su divinidad.
Es lo que les hará libres.”
Para mí es una honra divina ser:
La madre biológica,
La madre espíritual y
la Senpai de mi dulce y tierno bebé.
Tanto como por compartirles ésta verdad, llena de amor y magia.
Les revelaré lo que vivimos junto la Maestra Kalyna Rein, a la que también considero la “Madrina espiritual” de mi hijo. Puesto que ella con su luz y su magia, nos ha asistido desde la gestación.
Sé que, para una madre, todos nuestros hijos son únicos y especiales. Y así es. Pues son nuestras copias, son nuestras semillas, y en este caso, no iba a ser la excepción con mi hijo “Munay”.
Mi gran amiga Kalyna, realizó una investigación, sobre quién se encuentra dentro de mi niño, como conciencia divina que le da vida. Y el vínculo intenso que hay, entre nuestras conciencias de origen.
Pues les diré, que somos una familia álmicacrística. Por el maravilloso hecho, de que la Conciencia de Luz, que encarna en Munay, es fruto del amor de dos Almas Divinas, que son a su vez, una pareja trascendental. Siendo yo la encarnación del aspecto femenino de esa relación sublime.
Que bendición fue, contar con los dones de la Maestra Kalyna. Pues ella, junto con otros Seres de Luz nos ayudaron y asistieron, en los preparativos del parto. Con el propósito de crear un espacio sagrado, en el cual Munay pudiera nacer. Un espacio de luz, con el cual ecualizar, influir, en las características que tomaría la personalidad de mi hijo. Logrando así que la llegada de Munay a esta Tridimensión, evite el ser marcado por las fuerzas astrológicas de baja vibración.
Munay siempre ha sido un bendecido por la vida misma.
Cuando me inicié como Maestra Satori, yo sabía, que, en un tiempo no muy lejano, mi hijo Munay también sería un Maestro Satori. Pues él estaba impregnado de esta energía divina desde su gestación.
Así fue, que cuando mi bebé cumplió 1 año, decidí darle el segundo regalo más valioso, después de la vida. Y ese regalo fue, transferirle el Núcleo Satori.
Me siento maravillada y agradecida, por estar en éste hermoso viaje de ser Madre, de sumergirme en la danza de educar, de ser y estar en conciencia, de tener la atención plena en nuestra conexión y vínculo.
Experimento qué, nuestros Núcleos Satoris son UNO solo. Yo como madre lo ecualizo, lo preparo, para que nuestros Núcleos estén sincronizados, para nuestra bendición, armonización, sanación y protección a todo nivel.
Es un solo palpitar, un solo latir entre nosotros dos. La relación entre Madre e Hijo es potenciada por nuestra conexión divina, y por la sagrada presencia, del Núcleo Satori.
En la iniciación de mi Hijo, me brotaban lágrimas de amor. Pues algo me decía que estábamos haciendo muy bien las cosas. Allí estuvieron presentes, nuestra Soke Kalyna Rein, mi Guía Astral, yo y tambiénla sublime presencia de un Munay adulto, luminoso, proyectado desde el futuro. Viéndose así mismo, siendo un bebé. Participando en la sagrada ocasión, en que le transferían este Poder del Alto Astral.
Solo fluye agua en mí, cuando les cuento estas cosas. Es tanto el torrente y el shock de emociones, de solo sentir y conectar con el gran panorama, que hay por delante en esta historia de amor, entre Munay y yo, entre nuestras Almas Divinas.
La vida me regaló un compañero de vida. Un maestro de la luz. Y así como lo han percibido otros Maestros de la Escuela, un pequeño Buda.
Y aquí entre líneas, quiero bendecir la gran labor que hacemos las madres con energía divina, por nuestros hijos. Qué en amor y conciencia, damos ejemplo para que ellos Sean en su mayor esplendor, esos Dioses y Diosas encarnados.
En infinita gratitud para con Mariel Rein, nuestra Soke Kalyna Rein y la Madre Divina Cósmica.
Con mucho amor,
Satori Sensei, Mara Castro.
Comentarios de la Soke, Kalyna Rein.
Agradezco mucho, que la Maestra Castro, comparta algo tan sublime y personal. Pero que al mismo tiempo, es trascendental en la historia de nuestra Escuela Satori.
Pues se trata, de la primera iniciación, de un niño pequeño. Con todo lo especial que eso significa.
Por eso aprovecho, a realizar algunos comentarios, en un tema tan poco usual. A fin de que los demás Maestros, y el público en general, comprenda como y porqué, hemos procedido de ésta manera.
Con el permiso de la Maestra Castro, quiero señalar algunos detalles del caso.
En primer lugar, la forma en que Mara toma contacto con el Reiki Satori, fue sin dudas parte de un plan trascendental. En el cual el Maestro José Velásquez, fue el medio por el cuál ella conoció este Camino. Pero si hablamos de Plan, de trascendental, es por el hecho, de que las Almas divinas de ambos, tienen una relación de afinidad y amor en los Altos Planos de Luz.
Yo les conozco a todos. He trabajado con todos ellos. Tanto con sus Aspectos Divinos, como terrenales, y eso ha sido todo un Honor. Ustedes pueden encontrar importantes publicaciones, de mis experiencias con Liam, que es el Alma Divina del Maestro Velásquez. Así como ahora están conociendo, el hacer de Kirlihana, la Manifestación Divina de la Maestra Mara Castro.
Es hablando y conociéndolos en esos niveles trascendentales, que fui comprendiendo lo especial de su relación. Así como algunas de las tareas que ambas Almas Divinas, se habían propuesto materializar, a través de sus encarnaciones en la Tierra. Fue así, que ambas Conciencias Divinas, crearon una nueva Conciencia, en el rol de Hijo. Y éste niño de Luz, encarnó en la forma de Munay, el Hijo de la Maestra Castro.
Sé que muchos se lo preguntarán. Por eso lo mencionaré. El Maestro José, no es el padre biológico del niño. Sin embargo, respondiendo a un llamado del Alma, y a los hilos que las Conciencias Divinas mueven para sus encarnaciones, es que el Maestro José, vino a emular, un rol único y especial, como un Padre espiritual del niño. Tal como lo hizo el Otro José, el de Belén, que aunque no padre del niño, asumió el llamado del Angel, para ser el protector de María y guarda del niño Jesús.
Creo que tal Deja Vú de la vida, no puede ser pasado por alto. Todo esto, algo tiene que significar.
Pero mas allá de parecidos o no, lo que importa, es el Camino que tenemos por delante. Camino que da sentido a nuestra presencia Aquí y Ahora. Como dicen los orientales: TAO.
La decisión de transferir un Núcleo Satori a un niño pequeño, no fue tomado a la ligera. Es algo que Liam y Kirlihana, esperaban para su hijo en la Tierra. Algo que también, Mara en su fundamental rol de Madre terrenal, quería.
No sé bien, cuáles son los planes de éstas Conciencias Divinas. No creo que me corresponda saberlo, y mucho menos hacerlo público. Aunque siempre elaboramos nuestras propias reflexiones al respecto.
No me gusta imponer nada. Y menos, un Camino a un niño. Por eso, fue el mismo Munay, en su forma adulta espiritual, que asintió participar de lo que sea que portar un Núcleo Satori desde la infancia signifique. Honro las decisiones divinas. Porque reconozco ese nivel de Sabiduría.
Ahora todo queda en las manos de sus protagonistas. En especial de Mara, una maravillosa mujer y madre, que aún en medio de tremendos desafíos, aceptó ser la Guarda Divina, de su querido Hijo.
Sé sin dudas, que serán bendecidos Madre e Hijo. Los ojos y corazones de los mas sublimes Seres, están junto a ellos.
Agradezco haber sido, testigo de todo ello.
Gracias por estar.
Sensei, Kalyna Mariel Rein.
Comments