No estamos solos.
por la Maestra Claudia Córdova.
En esta ocasión me dispuse a ir a ver a uno de mis hijos.Ya que está pasando por momentos difíciles, y fui a sanarlo con el poder del Núcleo Satori.
En ese momento me puse cómoda, me relajé y puse mi atención en mi Núcleo Satori. Observé como crecía y me llenaba de luz. Eso me hace sentir mucha paz y tranquilidad.
Después salí proyectada de mi cuerpo biológico, y ví que mi Guía Astral Ruby, ya estaba al lado mío como siempre esperándome. Le di las gracias por siempre estar a mi lado. Y ella siempre sonriente, me puso una burbuja de protección a mi cuerpo biológico. Momentos después Rubí se duplicó a sí misma, para entonces irnos volando al lugar donde se encuentra mi hijo.
Sentí el aire en mi cara mientras volábamos, y desde arriba se podía apreciar la naturaleza de los paisajes.
Llegamos al lugar y ví luego a mi hijo. Estaba ahí sentado en un escritorio trabajando. Me acerqué a él, y enseguida procedí a bendecirlo. Mi Guía solo observaba, pero con su mirada me decía que lo hacía bien.
Con mis manos tomé más energía del Núcleo, y formé una esfera grande, que puse sobre la Coronilla de hijo. Mientras está luz iluminaba su ser, ya lo bendecía y lo sanaba de cualquier herida. Estuve bendiciéndolo y sanándolo por un rato.
Después cuando terminé mi Guía, le puso más luz.Una luz muy fuerte.Y también lo bendijo. Estuvimos ahí, viendo el lugar…
Y de repente llamé alYo Superior de mi hijo. En otra ocasión ya lo he llamado y no se me había presentado. Después en otra ocasión, se me presentó, pero era un Ser lleno de luz, solo percibía la forma de cuerpo perfecto,pero no alcancé a ver su rostro, ni detalles, porque todo era una refulgente luz.
Lo llamé varias veces, para que se presentará. Hasta que finalmente apareció ante mí, un cuerpo de luz.Le pedí que se presentará tal como era, pues deseaba verle mejor, conocerle. Se lo manifesté un par veces...¡Y enseguida tomó forma!
Le pregunté por su nombre, y me lo dijo. Al ver a este magnífico Ser, recordé que ¡ya lo había visto! Este Ser se me ha presentado, cuando voy a sanar el Mundo, a la Madre Tierra, junto con mis compañeros Maestros Satori. En repetidas ocasiones, lo vi ahí, en el Espacio ayudándome. Llegué a pensar que era el Guía Astral de uno de mis compañeros Maestros. Pero no Ahora sé quién es. Le pregunté, por qué me ayudó esas veces, y por qué se me ha presentado en esas ocasiones. Él me respondió, que estábamos entrelazados.
Le encargué mucho a mi hijo, que lo cuide y le guíe. Enseguida vi como su Poder le traspasó una luz extremadamente fuerte a mi hijo, se llenándolo aún más de luz…
Estuve muy emocionada. Luego Ruby, mi Guía, y yo, fuimos a darle las gracias. En especial le dije, que era un placer conocerle. Ya que es un Ser de Alto Astral. Este maravilloso Ser nos sonrió. Después nos venimos, volando aquí a dónde está mi cuerpo biológico.
Le di las gracias a Ruby por acompañarme, y por siempre estar conmigo. Le dije que no me quería ir, pero que tenía que regresar a mi cuerpo. Mi amada compañera solo me sonrió. Abrí los ojos, y la burbuja de protección se desvaneció.
Esta experiencia ha sido una de las más mejores que he tenido. Me ha gustado por el hecho, de que no siempre una puede a estos sublimes Seres astrales.
Gracias por escuchar el testimonio sincero, de una Maestra Satori.
Claudia Córdova, Sensei.
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